Amigos y amigas, en los días en donde acompañamos a la familia de nuestro compañeras y compañeras de la Policía Nacional Civil, que han dado la vida por su país, gritamos y lloremos de tristeza al ver a los hijos decir “ÉL ES MI PAPÁ “O “ELLA ES MI MAMÁ”, son escenas que quedan grabadas en nuestros corazones y recordé que:
El amor más grande es el poder dar la vida por sus amigos, familia, institución y país, como lo es el de nuestros héroes y heroínas de la Policía Nacional Civil, quienes dan la vida, por proteger y velar por la seguridad del país, y hoy hacemos un homenaje a nuestros amigos, compañeros y hermanos que han renunciado a sus sueños, para confrontar con valor, la violencia que les han quitado la vida.
Hoy como familia unida, abrazamos y rodeamos con humildad, pero con la fuerza de su esperanza a cada madre, a cada padre, familia, hermano, esposa e hijos y a cada amigo y damos nuestro apoyo, calor y condolencia, a todos nuestros héroes y heroínas de la Policía Nacional Civil, que han resultado inmolados cruelmente, quienes fundaron su esperanza no en la gloria de un momento, si no en el valor de toda una ofrenda existencial, para hacernos entender que su sacrificio es la luz de cada víctima de la injusticia, al derrotar la oscuridad de la indolencia, a cambio de su vida.